España de nuevo quiso
disipar las dudas y la desconfianza creadas por las derrotas ante Grecia e Italia
en la segunda fase. El hecho que los serbios se clasificaran primeros de su
grupo tras un gran Europeo y que los nuestros lo hicieran por los pelos, no
eran más que una creciente desconfianza ante este partido. Serbia es de ese
tipo de selecciones de las que no te puedes fiar, capaces de ganar partidos
épicos batallándolos hasta el último minuto, a los que las bajas de Teodosic,
Velickovic o algún otro peso pesado en vez de mermarlos les fortaleció aun mas
como equipo competitivo bajo la tutela de un entrenador que se las sabe todas y
cuyo palmarés le avala como uno de los mejores del viejo continente Dusan Ivkovic,
ganador de 3 Europeos y un Campeonato del Mundo con esta selección.
A los tres minutos del
encuentro se empezaron a ver atisbos de esperanza con un 8-0 con triples de
Calderón y Rudy y un mate de Claver que hicieron pedir a Serbia su primer
tiempo muerto. Era un partido errático por parte de los dos equipos, pero esto le peso como una losa a los balcánicos incapaces
de acertar a canasta, Rudy empezó a echarse al equipo a sus espaldas aportando
13 de los 21 puntos de los nuestros en este cuarto, por los 5 con los que acabó
Serbia.
El empiece del segundo
cuarto fue de parecida tónica, la salida de un Sergio Rodríguez encendido, terminó
por hacer más sangría en el marcador, anotando
13 de los 27 puntos de su equipo, a los de Ivkovic les empezaron a entrar, pero
eso no fue suficiente como para parar al ciclón que estaba pasando sobre ellos
en esos momentos, acabando la primera mitad con un 48-23, gracias al triple que
convirtió Pablo Aguilar sobre la bocina. Lo curioso que hasta un minuto antes
de la finalización del cuarto, Nenad Krstic no había conseguido anotar,
aportando solo dos puntos al descanso.
Claver se unió a la
fiesta anotando los primeros 5 puntos del tercer cuarto, poniendo una renta de
30 puntos en el marcador que osciló hasta los 40 (69-29), los serbios eran
incapaces de reaccionar ante una buena defensa y la incoherencia de fallar sus
pocos tiros fáciles, parecían haber tirado el partido casi desde el minuto uno,
dando una imagen totalmente desconocida a la de este campeonato.
Serbia tiró un poco de
amor propio con Krstic sentado en el banquillo, y una España con la segunda línea
y los jugadores menos habituales en pista, seguían dándoles la réplica, con un
Chacho que seguía anotando, poco importaba ya que Ricky hubiera cometido su
quinta falta o que Llull tuviera cuatro, ya habían destrozado desde hace mucho
el partido para dejar un 90-60, que borraba un poco, solo un poco, las malas
sensaciones que había transmitido nuestra selección pocos días atrás.
La victoria de Francia ante Eslovenia (72-62), hace que
nos enfrentemos a ellos en semifinales, con la actitud y moral de ir a muerte a
por la final y ganar si se puede, una vez más, a unos franceses que también
parten como uno de los máximos favoritos para llevarse este oro.
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