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01 febrero 2017

SOBRE LA METIDA DE PATA (POR AMBAS PARTES) DEL #REALINFLUENCERS

Todo  empezó hace unos días tras un anuncio publicitario  de la compañía tecnológica de contenidos educativos Blinklearning.  En él se buscaba potenciar la figura tan importante que debieran tener los profesores en la sociedad, cosa que elogio, aplaudo y me sumo a la causa como cualquier docente más, pero creo que se ha equivocado en las formas.

Se han metido  en un embrollo al meterse con otro trabajo, puesto que a día de hoy, le guste a la gente o no está considerado como tal, el de los influencers, viniendo muchos de ellos del mundo de las diferentes redes sociales.




Un influencer, según lo definen en internet, es una persona que cuenta con cierta credibilidad sobre un tema concreto, y por su presencia e influencia en redes sociales puede llegar a convertirse en un prescriptor interesante para una marca.

Obviamente las marcas eligen a sus influencers acorde con las necesidades que están buscando y no 
siempre ser famoso y tener una masa de personas detrás de ti hace que la marca se interese por ti. 

Valorarán mucho lo que ofrezcan a sus seguidores, el trato, las actitudes, y lo que le puedan aportar a la marca, puesto que va a ser su imagen.

Es conocido que los sueldos que pueden conseguir con esto pueden llegar a ser disparatados y pese a lo que fluctúan dependiendo del mes, los top pueden ganar muchísimos euros al mes, si bien hay influencers (la mayoría) que ganan más que en un trabajo normal, pero están muy lejos de hacerse millonarios, e incluso los hay que siguen conservando sus trabajos por miedo a que las cosas en un futuro no muy lejano no les vaya igual.

Lo que si está claro que terminan siendo verdaderos ídolos para la mayoría de sus seguidores, les siguen en todas las redes, no se pierden ninguno de sus vídeos, fotos o comentarios en las redes, van a sus eventos, les envían regalos y mueren por hacerse una selfie con ellos.

Esto en ocasiones creo que se está saliendo de madre, pues dan un poder a personas jóvenes, que algunos sabe gestionar y otros no. Unos ven sólo el dinero que se puede embolsar con toda esa gente y un modo de vida por encima acorde con sus coetáneos y otros en verdad se pueden preocupar por esas personas, en la mayoría menores que les regalan horas de su día y una fidelidad inconmensurable.
 

No me gusta el término influencer, respeto el trabajo de los mismos e incluso puedo admirar el trabajo de algunos, pero creo que deberían cambiar ese término. En lo que si estoy de acuerdo con el vídeo es que con esas edades, deberían estar reflejados mas en figuras educativas o paternales que en lo que puedan decir sus ídolos, cuando muchos de ellos no son conscientes (o les da igual) que sus actitudes repercuten y muchas de ellas, no son acertadas.

Desde el lenguaje soez en algunos casos, el modus vivendi, la no autocensura en ocasiones con imágenes, comentarios o vídeos impropios para ciertas edades (son conscientes de cuales son las edades de su público), bromas de mal gusto, broncas monumentales con otros colegas de profesión, o el hacer cualquier cosa con tal de llegar a  X visitas a fin de mes… Si vives de “influenciar” a gente, hazlo positivamente, si lo haces por el dinero, es normal que el anuncio de Blinklearning os haga daño.

Da miedo pensar que personas que insultan por la calle a trabajadores y dicen que es una broma, o que dan unas oreo con pasta de dientes como condimento en vez de la nata y maltrata a sus animales, puedan llegar a tener un millón de seguidores, por poner ejemplos, u otros que tratan a sus seguidores como parte de una secta mientras él los guía con su oratoria y tenga varios millones de suscriptores.

Otro punto a tratar, deberían hacer ver atoda esa gente que no es nada fácil llegar a ser como ellos, que son unos privilegiados y que cada uno de sus seguidores se debe centrar en labrar un futuro, ya que muchos piensan que subiendo vídeos, algún día sonará la flauta y podrán dejar los estudios y no tener que buscar trabajo, porque vivirán de ellos, y si, seguramente alguno de ellos tenga potencial y lo consiga, pero que no debe ser nunca una primera opción.

Para mí el anuncio se equivoca al poner ejemplos grotescos, intentando hacerlos ver divertidos, de los influencers… No puedes desvirtuar una profesión para potenciar otra, con que potencies las virtudes de la segunda debiese valer, o si no, la educación no tiene un futuro dulce. Tampoco es bueno desvirtuar  los números económicos, a muchos les ha dolido lode "45.000 € el tuit" y la mayoría no viven como marajás. Dice el dicho que debes brillar con luz propia y no apagar las de los demás.

Entiendo que esa gente  que vive de crear, editar, preocuparse de sus seguidores, aprovecharse de marcas que les pagan e invitan a eventos increíbles (ojo, si les pagan bien, es porque creen que van a recaudar con ellos mucho más, y eso ya lo han hablado con su departamento de marketing con anterioridad), ese anuncio les duela, pero el contraatacar  desprestigiando a la docencia, es mayor error aún.

Algunos hablan de docentes incompetentes, que no enseñan nada y desprestigian al alumno creándoles traumas, que haberlos hay, a todos nos han tocado, pero conozco a muchos más que duermen poco por haber tenido que corregir o crear actividades para el día siguiente hasta muy tarde y se han levantado pronto, conozco a profesores que son felices cuando sus alumnos aprenden con ellos y les recuerdan pasados los años, conozco a profesores que han cogido baja laboral por estrés, ya que no han podido con la actitud de sus alumnos y cuyos padres encima apoyan y conozco a profesores que todos los días son insultados por los resultados académicos de sus alumnos que en vez de estudiar para el examen, tenían su cabeza el día anterior en ver vídeos de un influencer o en otras cosas.

También creo que es un error por parte de ellos criticar a gente que les ha enseñado a leer, escribir, una cultura, a resolver problemas cotidianos y prepararlos para un futuro y que, debido a como maneja el gobierno el tema de la educación, deberían apoyar incondicionalmente y no echarles piedras. 

Porque la docencia no se ha metido con ellos, ha sido una empresa educativa que queriendo ensalzar una labor, ha deteriorado la imagen de otra. A veces el marketing es lo que tiene, que si eliges un mal enfoque no se entiende el mensaje que estás dando.

Si no apoyamos la educación, esa que se ha cargado cientos de puestos de trabajo y de recursos con la crisis, esa que destruyen con nefastas reformas educativas, esa en la que los profesores se muestran en desacuerdo con los ministros de educación que en vez de buscar soluciones plantean más problemas… si no apoyáis y eso y buscáis una guerra entre la educación y vuestros seguidores, no os quejéis, si en verdad os importa, lo que va a ser de ellos en el futuro.

Porque si fuésemos lógicos, aunque la educación en muchos términos debe mejorar y con ellos los docentes, siempre tendrían que estar los primeros en la lista de toda esa gente y me gusta ese término de #RealInfluencers, ya que sin desprestigiar los que se dedican a ese trabajo, son los más denostados, cuando deberían ser su principal referencia.

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