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21 mayo 2018

ESPECIAL FINAL FOUR, LA DÉCIMA: LOS PARTIDOS

De nuevo el Real Madrid volvió a una Final Four ( la quinta en las siete temporadas en las que Laso ha sido entrenador), tras el mal recuerdo del año pasado al quedar en cuarto lugar tras sendas derrotas contra el campeón Fenerbahce (84-75) y el CSKA (94-70) en la final de consolación.

Quedaba ver en qué estado llegaban los blancos a esta, después de reponerse a mil y un batallas en un camino que no fue de rosas para poder llegar ahí: lesiones de larga duración (Llull, Kuzmic, Ayón y Randolph) acompañadas por otras de no tanto, pero que dejaban la plantilla con alfileres ante partidos importantes en la regular, el "biscotto" de los equipos griegos, tras dejarse perder el Olympiacos sus dos últimos partidos para que su máximo rival, el Panathinaikos tuviera factor cancha favorable en playoffs contra los merengues e incluso esa misma eliminatoria, que acabó con 3-1 favorable al Madrid, pero que empezó con una derrota de 30 puntos que escoció mucho y de la que también supieron sobre ponerse.

El más difícil todavía el "Per astra, ad aspera", hacia las estrellas por el camino más difícil, el tercero en las apuestas para ganar este título tras Cska, gran favorito en las apuestas y Fenerbahçe, actual campeón y favorito de técnicos y jugadores. Pero este tipo de partidos, es de sensaciones y de cómo se sienta el equipo, porque libra a libra, no coincido en que cualquier otra supere a la de los blancos.


PRIMER PARTIDO ANTE EL CSKA


Y como antes he dicho, todo depende de sensaciones, y las primeras no fueron buenas, sorprendió Laso con su quinteto inicial: Campazzo, que volvía a las canchas tras su lesión que le ha mantenido varias semanas fuera de la pista tras ser operado, Jeff Taylor, con el que se buscaba dar un punto de defensa, Luka Doncic, curiosamente de alero, Felipe Reyes de inicio en F4 con sus 38 años y Gustavo Ayón.

Las cosas no salieron nada bien, un Higgins desatado y un Chacho Rodríguez en su salsa, con el plus del acierto desde el 6,75, ponían un 30-20 al final del primer cuarto que no auguraba nada positivo, había que cambiar el sentir del partido, porque remar contracorriente ante los rusos es morir, ya sea en la orilla o en altamar... pero para el caso lo mismo.

Entonces vino la reacción, en tres minutos un parcial de 4-17 debido a una mejora en el rebote defensivo y ataques frenéticos donde empezaron a llegar los triples de Jaycee Carroll en modo microondas y de un Llull que quería sumarse a la fiesta, al igual que Causeur y Trey. 46-47 al final del primer tiempo a favor de los blancos con un parcial de 16-27 que devolvía los golpes del anterior cuarto.

ENEMIGOS ÍNTIMOS LLULL Y EL CHACHO SE ENFRENTAN POR SEGUNDA VEZ EN SUS CARRERAS, LA PRIMERA FUE EN UN MANRESA - ESTUDIANTES DE LIGA ACB EN LA 2006-07

Caso parecido al segundo cuarto ocurrió en tercero, un sorprendente parcial de 1-13 en siete minutos, esta vez no debido a un juego excelso a la hora de encestar en la canasta de los rusos, sino a unas grandes defensas que llegaron a desesperar a sus jugadores. Y es que si quieres ganar títulos hay que darlo todo a la hora de defender y no centrarte solo en la canasta contraria y parciales de este tipo son los que ayudan a ello. Debo recalcar la figura de Ayón en este tercer cuarto, porque aunque no me terminó de gustar su partido, culpa de ese parcial es de su labor en ambas canastas, cerrando el rebote y haciendo daño en ataque, el Madrid también necesita que sus interiores sumen. 56-63 y todo por decidir.


El último cuarto ya fue lo que supongo todo el mundo esperaba de este partido, dos equipos muy ofensivos, seguramente si las plantillas están finas los mejores en ese aspecto de Europa ya que su estilo de juego se basa en ello. Y en este juego también consiguió ganarle la partida el Madrid, 27-29 al final del cuarto y por muy parecido e igualado que pueda sorprender, hay que recordar que lo blancos firmaron un paupérrimo 61,1% en la línea de tiros libres con un 22 de 36 al final del partido, fue su gran debe, cosa que no se puede permitir en una F4, aunque gracias a dios salió bien. 83-92 mandando en el partido desde el segundo cuarto hasta el final...

A destacar el partido de Luka Doncic y LLull en el apartado ofensivo promediando ambos 16 puntos, bien comandados por Ayón y Trey con 12, pero donde se terminó ganando el partido es en los intangibles, rebotes 43-38 para los blancos, asistencias 20-14, defensas clave en momentos puntuales que hicieron desconectar a los rusos y sobre todo una intensidad en los tres últimos cuartos propias de un equipo que quiere ganar el título...

Lo que siempre digo, si el Madrid exhibe todo su potencial y todos sus jugadores están comprometidos en ambos lados de la canasta, es muy difícil ganarle, otra cosa es que se rompa esa mentalidad, jueguen para fulanito o menganito y no como equipo, no maten por cerrar los rebotes y que defienda "la Pepa" que yo sé atacar...

Contra los turcos, Fenerbahçe ganó a Zalgiris (76-67), será otro cuento diferente, influirá y mucho el factor banquillo pues Zeljko Obradovic es un maestro de ajedrez y sabe sacar lo mejor de su equipo frente al rival, mientras que Laso tiene una idea de confiar en el equipo que le toque estar en cancha, sin muchos cambios estratégicos y a veces eso es sinónimo de leer el partido como se debiera por mucho que los jugadores confíen 100% en su entrenador

83 - CSKA Moscú (30+16+10+27): Antonov, Rodríguez (5), Higgins (15), Kurbanov (7) y Hunter (4) -equipo inicial-, De Colo (20), Rudd, Fridzon, Vorontsevich, Clyburn (16), Khryaka y Hines (16).
92 - Real Madrid (20+27+16+29): Doncic (16), Reyes (5), Campazzo, Ayón (12) y Taylor (3) -equipo inicial-, Causeur (6), Randolph (2), Rudy (6), Carroll (9), Tavares (5), Llull (16) y Thompkins (12).

FINAL ANTE EL FENERBAHCE


Las finales no se juegan, se ganan, siempre es un premio llegar hasta ahí, pero con el paso del tiempo sólo se acuerdan del campeón de ese año y no contra quien se enfrentó.

Tengo una espinita clavada, sólo he podido ver dos veces alzando este trofeo a mi equipo, una en 1995 y otra hace tres años, en el 2015, con el run run de los rivales de que la ganamos porque jugábamos en casa... Yo no la recuerdo así, tampoco recordaré a este equipazo dentro de unos años de esa forma, sino como una etapa dulce después de tanta sequía, repleta de títulos y alguno más que se nos escapó.

También tengo otra espinita clavada con el Fenerbahce, ese equipo turco nutrido de grandes jugadores que no le tiembla el talonario para hacerla una máquina de ganar títulos y encima comandado por Zeljko Obradovic, que él sólo hasta hoy tenía las mismas Copas de Europa que los blancos en toda su historia, y eso que son los que más veces la han levantado.

Un equipo que nos privó de la Final four hace dos años siendo muy superiores en los cuartos, pasándonos como un rodillo, y el año pasado de la final, en unos días que nuestro cuerpo y mente estaba muy lejos de acariciar el título.

Este año ha sido de superación como he dicho antes en este post, que mejor que después de ganar al favorito, se gane al campeón a nuestra bestia negra en los dos últimos años y que las apuestas le dan de nuevo como ganador en esta final.

Es cuestión de jugar, de creer, de darlo todo y si en eso estamos a la par, el equipo blanco tiene a mi modo de ver una mejor plantilla libra a libra, sin desmerecerlos a ellos.

Y no empezó bien, las faltas rápidas de Vesely no fueron buena noticia para el Madrid porque su sustituto Duverioglu, hizo mucho daño a Ayón atrás. 6-11 para los turcos que salían de visitantes esta vez, porque los locales eran Campazzo, Causeur, Doncic, Reyes y Ayón.

Tuvieron que salir Llull, Rudy, Taylor, Randolph y Tavares para poner orden y vaya si lo hicieron, más cuando los dos primeros y Randolph empezaron a enchufar triples y atrás la defensa fue mucho más seria con la nueva pareja de interiores, 21-17 al final del primer cuarto con un parcial de 15-6, pudiendo ser más, pero seguimos calamitosos desde el tiro libre desaprovechando 3 de ellos.

El segundo cuarto, empezaba de la misma forma que acabó el primero, el Madrid seguía anotando y el Fenerbahce no veía como parar el rodillo (25-17), hasta que Melli empezó a hacer de las suyas.

El italiano es un 4 de los que hace daño, tiene cuerpo para desplazar a pívots si hace falta y un tiro letal desde el 6,75 y los blancos no tienen un especialista para contrarrestar algo así, él solito metió a su equipo en el partido aportando 11 puntos en este cuarto y ayudando a devolver el parcial del primero con un 38-40 a mitad de partido.

Daba esa sensación que si el Madrid creía podía ganar la final, hoy era el día, pero también que si no había ganas de defender, los del Zeljko te pueden hacer un traje y cuando despiertes ser demasiado tarde por dejarles mover los hilos... ¿qué camino tomaría esto?

EL MVP DE LA REGULAR Y DE LA FINAL, LUKA DONCIC EN SU PRIMERA FINAL DE EUROLEAGUE SUPERANDO EL MARCAJE FERREO DE GUDURIC
Pues el que quiso Fabien Causeur, que se puso el mono de trabajo para sumar 10 puntos en este cuarto (los primeros 5 puntos fueron de él) y para secar a Sloukas y sin él los turcos bajan muchos enteros... Reyes y Ayón se empezaron a entonar en ataque. Wanamaker nos hacia pupa, al igual que Melli, pero la renta era de 6-8 puntos a favor del equipo merengue en este toma y daca.

Entonces a Vesely se le fue la cabeza con una antideportiva y todo cambió, su pívot dominante no entró en el partido, Sloukas no estaba a la altura, defendiendo bien y con serenidad en ataque, se tenía que notar la diferencia... un parcial de 25-15 para un 63-55 en este periodo... de esta forma y aguantando el tirón se puede levantar la preciada copa.

En el último cuarto, si bien siguió parejo lo ocurrido en ambos equipos, empezaba a producir ciertas arritmias en los seguidores de los blancos, pues esas diferencias de 6-8 puntos, parecían entre poco cómodas e insuficientes para tranquilizar.

Un tapón de Doncic sobre Wanamaker parecía poder decidir el partido con un 80-71 a favor a falta de 1:23, pero con estos equipos esa distancia puede ser un mundo o efímera... y resulto casi lo segundo...

Un par de errores por especular con el tiempo sumado a una defensa muy agresiva y permisiva por los árbitros a toda cancha, supusieron dos pérdidas que Wanamaker aprovechó para acercar a los suyos 80-75, 38 segundos para el final.

El tiempo corre lento, falta a Jaycee, Carroll que solo había fallado un tiro libre en toda la Euroliga, vio buen momento de fallar el segundo 81-75 a falta de 32. Ali Muhammed se planta en la frontal de los 6.75 y lo enchufa limpio, 81-78 a falta de 22.

Falta rápida a Causeur, otro que era buen seguro de vida, pero falla los dos, Trey Thomkins que últimamente tiene un imán para solucionar partidos aparece por ahí y aprovecha el tiro libre errado de su compañero para coger el rechace y anotar, 83-78 y un piso en la gran vía si hace falta, esa canasta vale oro... 18 segundos. Anota Melli rápido en una actitud defensiva impropia de cómo está el partido y lo que se está jugando, falta de nuevo a Causeur... 83-80 faltan 12 segundos.

El francés se redime anotando ambos 85-80, ¿se puede acabar de una vez? no, falta lo más apoteósico tapón del propio Causeur a Sloukas y balón para el equipo blanco... FINAL, hemos ganado contra nuestra bestia negra, en Belgrado en una Copa de Europa llena de emociones y con todo en contra... No creíamos, pero de nuevo este equipo nos hizo creer... GRACIAS POR TODO...

Luka MVP, se nos va con 19 añitos a la NBA, se retirará recordado como una estrella al otro lado del charco, y si sale mal, siempre tienes las puertas abiertas, te queremos de verdad.

85 - Real Madrid (21+17+25+22): Causeur (17), Doncic (15), Reyes (6), Campazzo, Ayón (4) -equipo inicial-, Randolph (3), Rudy (5), Carroll (9), Tavares (8), Llull (5), Thompkins (10) y Taylor (3).
80 - Fenerbahce (17+23+15+25): Wanamaker (14), Guduric, Kalinic (7), Vesely (3), Duverioglu (8) -equipo inicial-, Thompson, Melli (28), Sloukas (7), Nunnally, Muhammed (7) y Datome (6).



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